Este mes damos cabida al relato de Luzia Pascual Vegas de 11 años de edad, que narra como vivió ella el mercadillo alternativo que tuvo lugar en Illescas. Me encanta como de la realidad cotidiana sacó cosas mágicas, y es que a los ojos de un niño, todo es maravilloso. Deberíamos aprender los adultos.
LUZIA P. VEGAS “PIRULETA”
Había una vez un gran grupo de amigos, todos eran diferentes pero iguales, eran una especia de grupo de teatro, entre ellos estaban: Memo el gnomo verde, Eva Lucia la duenda, KuinLin la contadora de historias de miedo, el perro Barrabas, Mini Lu-LU, Doña Golosina y tres payasos, Pirulo, Fito y Gabacho.
Un día iban en una superfurgoneta, era de noche, KuinLIn se puso a contar una historia de miedo, la historia decía que todos ellos se quedarían parados en medio de la carretera, que se pararía allí un camión negro con los cristales negros y se abrirían las puertas, ellos entrarían y al mirar quien conducía verían que el volante iba solo. Pero nadie prestaba atención a Kuin Lin, la duenda estaba imaginándose un mundo maravilloso, el perro Barrabas estaba leyendo, los tres payasos estaban hinchando globos y esplotándolos mientras discutían y el gnomo verde se estaba partiendo de risa escuchando a los payasos (el trió triliri) discutir. La única que estaba escuchando ha KuinLin era Mini Lu-Lu.
De repente doña Golosina paro la furgoneta, ¡Se quedaron sin gasolina! Mini Lu-lu tenía mucho miedo, paró un camión, pero no era negro, era muy colorido de hecho tenía los colores del arco-iris. Todos fueron corriendo, Mini Lu-lu no quería pero tenía como un impulso. Cuando entraron en el camión conocieron a Pin-bi y Lin-di, unas hermanas raperas que estaban escuchando música. Conducía el gusano Mariano. Resulta que todos iban al mismo sitio así que fueron juntos. Iban a una fiesta de payasos en un pueblo llamado Piruleta.
Cuando llegaron se encontraron con una sorpresita ¡estaba lloviendo a cantaros!...Pirulo tenía una casita cerca de allí así que fueron todos. Era tarde y se fueron a dormir pensando “Mañana será otro día”.
A la mañana siguiente jugaron un rato al “Mouse”. No paró de llover, pero a ellos les daba igual, se lo estaban pasando bien. De repente oyeron un trueno, paso por delante un gato negro, Barrabas se echó a correr detrás de él. El trio Triliri (Pirulo, Fito y Gabacho)estaban haciendo malabares, el gato pasó entre las piernas de Gabacho y se cayó al suelo. El pobre Gabacho se quedó cojo. Pero sigue tan feliz. Al final el gato se hizo del grupo, como no sabían que nombre ponerle se quedó con “gato”.
La fiesta se terminó y todo se separaron, cada uno se fue a un lugar diferente. Al cabo de los años se fueron olvidando de quienes eran, se olvidaron de sus maravillosos personajes. Se centraron cada uno en su trabajo y dejaron muy atrás los recuerdos.
Pero un día Fito pasó por aquel pueblo llamado Piruleta y le volvieron a la cabeza todos los recuerdos y se acordó de todos sus amigos.
Decidió seguir siendo un “payasete” y recorrió toda Lulipolandia en busca de todo el grupo, y los encontró a todos, menos a Barrabas.
Todos fueron en su busca, resulta que Barrabas había estado por ahí cantando y dando conciertos vestido de sevillana. El fue el único que no se olvidó de quién era. Al final todos volvieron a ser aquel gran grupo de amigos.
FIN
LUZIA P. VEGAS
He decidido transcribirlos tal como estaba, para que no se pierda ni la más mínima esencia de esta maravilla. Lección de vida que nos da esta chica de 11 años. Pues como he dicho muchas veces, no perdamos la ilusión de la niñez.
Un aullido del Lobo Estepario.
1 comentario:
Increible! Escrbí este cuento hace mucho ya! Como pasa el tiempo, que ilusión hace verlo aqui escrito :D
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