

Smash es el tercer disco de la banda californiana Offspring. Fue su gran éxito, de público y de crítica. En el disco podemos encontrar algunas de sus canciones más signficativas como Something to belive in o esta que tenemos aquí, What happened to you? El disco salió al mercado en 1994 y consolidó a la banda como una de las principales del punk rock mundial junto a NOFX o Green Day. Fueron buenos tiempos para el punk, que resurguió por fin tras muy malos tiempos. En el insituto menudeaban las camisetas de la banda con la portada de Smash y el estribillo de What happened to you? aún lo tenemos muchos pegado en la cabeza. Probadlo una mañana fría de invierno, sin ganas de ir a trabajar. Meted el disco en el reproductor del coche y esperad. Si este disco no os despierta, no os hace pisar el acelarador y golpear el volante, volveos a la cama, aún estáis dormidos. O algo peor. Son 2:13 de descarga con un coro que te hace gritar irremisiblemente. Pregunta, ¿qué pasa contigo? Antes solías tener un cerebro, pero, ¿ahora? ¿qué pasa contigo?
Y en el coro, tío, te lo estás perdiendo. ¿Vas a seguir perdiéndotelo?
What happend to you?
Before you started tokin'
You used to have a brain
But now you don't get even the simplest of things
I can draw a little picture
Or even use my hands
I try to explain but you just don't understand
(Hey)
Man you're really losing it
(Hey)
And you've really done a lot of junk now
(Hey)
But you keep on abusin' it
What in the world happened to you
It's bad enough you do it, you do it to yourself
But taking someone with you
Well you know that's something else
I say I'm not that kind of person
I'm not that kind of man
I try to explain but you just don't understand
(Hey)
Man you're really losing it
(Hey)
And you've really done a lot of junk now
(Hey)
But you keep on abusin' it
What in the world happened to you
(Hey)
Man you're really losing it
(Hey)
And you've really done a lot of junk now
(Hey)
But you keep on abusin' it
What in the world happened to you
I might be sympathetic or cut a little slack
If I thought that you were willing to give a little back
But you do it in the morning
You do it in the night
You lie to refrain from just facing your life
So I'll see you man tomorrow
You'll be gackin' up again
I'll see you in a coffin by the time your wad is spent
I think of all the times that I tried to lend a hand
I try to explain but you just don't understand
(Hey)
Man you're really losing it
(Hey)
And you've really done a lot of junk now
(Hey)
But you keep on abusin' it
What in the world happened to,
What in the world happened to,
What in the world happened to you.
Groove.
Palabra tantas veces escuchada y pronunciada en el ámbito musical, pero pocas veces sabemos realmente a lo que se refiere. No se me ocurre una mejor manera para iniciar esta incursión dentro de las páginas de Creatura. Groove se empezó a utilizar allá por los años 30, en la época del Swing, para determinar una manera sutil, creativa de tocar, para que animase a la gente a no parar de bailar.
Con el paso del tiempo, el adjetivo se fue adaptando, y se utiliza para destacar el estado de ánimo (buen rollismo) a todo aquello que nos hace disfrutar, bailar (si lo aplicamos a lo musical).
Con esta breve introducción, queda más claro por donde van a ir los tiros. Jänderground pretende ser un rinconcito donde los amantes de los sonidos más electrónicos puedan verse reflejados. Modas, clichés y demás hierbas quedan a un lado. Music is the answer to your problems...
Principio de los 80, estás en Chicago y te adentras en The Warehouse. Es Viernes noche, y el local está a rebosar. Oscuridad y luces de colores te invaden, mezclándose a la perfección con el sonido de los bajos, penetrando tu cuerpo. Soul, Funk, Disco... difícil de etiquetar. Alzas la vista, y contemplas la figura del Dj. En efecto, es Frankie Knuckles. Y lo que tus oídos están paladeando es el inicio de unos de los estilos musicales más conocidos dentro de la música de baile. El House. A Frankie 'Nudillos' se le otorga el honor de ser uno de los padres del House. En ese momento, la pista enloquece, comienzan a sonar los primeros acordes del Your Love, tema del propio Knuckles. Es el momento de dejarse llevar, y disfrutar del momento. La noche se alarga, copas, algún reconstituyente de la época, un poco de ligoteo infructuoso, y de repente luces arriba. Evidentemente, no estás para irte a casa... ¿opciones?.
Coges el puente aereo, y te largas a la East Coast americana. Allí te esperan con los brazos abiertos, en el local de moda dentro del ambiente New Yorkino, Paradise Garage. Ya es Sabado por la tarde, pero tus pies siguen ávidos de baile, y aún no has gastado suficiente las suelas de tus zapatillas. Una cola de auténtica penitencia te espera, pero no parece importante. Estás en el sitio y lugar indicado para disfrutar. Una vez dentro del Garage, lo primero que te impresiona es su enorme bola de espejo encima de su abarrotada pista, junto a su cabina, elevada como los altares, donde está repartiendo beats uno de los mitos del House, Larry Levan. Conocido por su exquisitez para saber qué poner en cada momento de la noche. Larry fue un icono en NY, y lo compruebas en tus carnes, cuando suena el increíble efecto de voces y bajos del tema de Eddy Grant - Time Warp. El Garage se viene abajo, con su increíble soundsystem de la época. Estás de suerte, porque has coincidido en una de sus famosas 48 non-stop partys. Y escuchando el mítico Can You Feeling de Mr. Fingers, conoces en la pista a David Mancuso.
Mancuso te invita a su local The Loft, también en New York. Y piensas, "joder, se me ha aparecido la virgen". Ya que a The Loft sólo se puede acceder con invitación. Y es que a Mancuso se le atribuye el mérito de ser el creador de las Privee Party al uso. En The Loft no se vendía alcohol, cosa que a estas alturas de la película (es Domingo Tarde) agradeces. Ahora sólo te dedicas a tumbarte en el primer sofá que encuentras, escuchando de fondo el Devotion de Ten City. Mientras buscas apagar las ganas de penetrar a todo lo que se mueve. Fin de semana completito en la cuna del House.
Con este breve viaje, vemos lo que se cocía en el arranque de la música de baile como la conocemos actualmente. Aún así, estos son sólo unos pocos nombres, Nicky Siano, Walter Gibbons, François Kevorkian, no pueden faltar en estos orígenes, o Djs como Ron Hardy, Marshall Jefferson, Larry Heard, DJ Pierre, Todd Terry, Ralphi Rosario, Farley Jackmaster Funk y Tony Humphries.
Pero eso es otra historia que ya tendremos tiempo de contar más adelante. Hoy has pillado y no quieres aburrirla/e con tus batallitas musicales... chic@ listo.
Vinylicious
A cierta edad dejas de esforzarte. No hay porqué ir contra la propia naturaleza, por eso puse mi anuncio en el periódico:
«Hombre-mascota busca amo
Muy barato. Tel. 555-696969»
No me fue tan mal durante un tiempo, pero me cansé de la poca imaginación y la indolente mediocridad de mis amos. Por eso decidí destruir el mundo entero. La cuestión era cómo hacerlo. No sé manejar el plutonio, ni siquiera sabría cómo conseguirlo. Tampoco sé cultivar bacterias o virus, incluidos los informáticos. Es un problema importante; a uno se le mete algo así en la cabeza y no sabe cómo parar. Además, solamente Siddartha podría esperar toda una vida y yo no soy budista ni nada que se le parezca. El fin justifica los medios y puse otro anuncio para probar:
«El fin del mundo fue ayer.
Hoy estáis todos muertos.
Tel. 555-777111 para plaza en el cielo;
Tel. 555-999666 si lo que te va es el infierno»
Me hice rico con las reservas y ahora elijo a mis amos. Soy la mascota del purgatorio. El fetiche de quienes no creen en nada. Y me encanta, porque a cierta edad, a uno le gusta que el esfuerzo lo hagan los demás.
Carmelo Basabe
La casualidad lleva muchas veces a lugares que no se esperan, a gente que nunca se pensaba. Conocer la obra de Gaspar Naranjo fue fruto de la casualidad. En realidad podríamos decir que todo es fruto de la casualidad, lo que somos y lo que hacemos, que todo podría variar a la mínima. Pero sería, seguramente, una exageración.
No es este el lugar ni tenemos el espacio preciso para contar de qué forma entramos en contacto con la obra de Gaspar Naranjo. Lo dejaremos quizá para un futuro artículo. Hablemos de Gaspar y de su obra.
Es Naranjo un pintor e ilustrador manchego (Calzada de Calatrava), aunque su profesión sea la de farmaceútico. De sus múltiples facetas artísticas da cuenta en un entretenido, variado y actualizado blog llamado Busco besos y sólo encuentro cubitos (http://gasparnaranjo.blogspot.com/). Allí podemos ver campañas publicitarias, colaboraciones en fanzines, dibujos en servilletas y todo lo que a Gaspar le parece oportuno. Pero la faceta artística que vamos a destacar de Gaspar, aún a riesgo de descartar el resto, es el cómic. Dos son los títulos que el autor manchego ha aportado al mundo del cómic: De como te conocí, te amé y te odié, Viaje a Bizancio Ediciones, 2008, y Sexo, Edicions de Ponent, 2009.
En ambos Naranjo se lanza al análisis de las relaciones sociales en su faceta más problemática, la amorosa sexual.
Son sus libros historias de amor, de sexo, de odio, de vida. Historias cotidianas donde no es difícil que podamos reconocernos en el personaje que aparece en la viñeta en cada momento.
Pese a nuestras limitaciones técnicas hablemos por un momento de los dibujos de Gaspar. Son dibujos de trazo simple, casi un poco infantiles, sin fondo, no encuadrados en viñetas, sino expuestos en una página libre, en un fondo blanco, con coloreados que a veces se salen del borde del dibujo. Alguien podría decir que pese a su simplismo son dibujos obscenos. Y podríamos condecerle la razón. Son dibujos explícitos de sexo. De penes. Vaginas. De fantasías y deseos. Y para expresar esas realidades hay que ser explícito, no puede sólo sugerirse. Nos quedaría entonces un vacío de significado que habríamos de rellenar. Y ya se ocupan los dibujos de Naranjo de ese relleno. Son dibujos simples que tratan de llegar a explicar realidades complejas . Hemos de señalar por último que son dibujos mudos, no hay bocadillos, palabras, todo se expresa por el dibujo, mediante el dibujo. Y no se queda corto el dibujo, sino que consigue expresarlo todo, llegar hasta el mismo sitio donde llegaría una palabra, o tal vez muchas palabras.
El título del primero De cómo te conocí, te amé y te odié, marca los pasos de los tres actos en que está divido el libro. El contenido es el evidente. En el primero asistimos al encuentro y enamoramiento de los dos personajes (un hombre y una mujer), en el segundo vemos la plenitud del amor y en el tercero y último el amor acaba. Observamos como el amor nace y como con él viene el deseo. Y vemos como el protagonista hace lo posible para satisfacer su deseo y conseguir a su amada, y vemos sus celos. Y vemos como ella también siente por él lo mismo. Y vemos como triunfa ese deseo finalmente y como tiene que ser. En la segunda parte, la más aburrida para todo espectador pero la mejor si se vive en primera persona, los personajes se entregan el uno al otro: el cuerpo, el corazón, el tiempo, la felicidad, una manzana. Se lo entregan todo. Hasta su tedio, medio dormidos los dos en un sofá con un beso que interrumpe la siesta. Pero todo amor, todo, tiene un final y poco a poco los personajes se van odiando, las exigencias, las trampas que la realidad y nosotros mismos introducimos en las relaciones: como un funambulista al que le disparan desde el otro lado del cable. Así se acaba el amor y se acaban los regalos que acaban siendo arrojados al otro: la felicidad, el corazón, el sexo, la manzana, el salero, todo. Sexo no es como el anterior un libro narrativo. No cuenta una historia, o no sólo una historia, sino que como su nombre sugiere, es un poco promiscuo. Muchas historias de sexo, que van desde el chiste procaz a la reflexión filosófica. De la mujer que pierde el tampón al ser palmeado su trasero, a la mujer que entrega su corazón al hombre que la penetra bruscamente, al hombre que ama y amará siempre por ello. Hay toda una reflexión de cómo el sexo influye en la sociedad, en las relaciones de pareja, en el poder que se reparte en esas relaciones. De la adoración al falo o a la vagina. Todo un descubrimiento de la realidad de la carnalidad humana, de todo lo que se esconde tras nuestros deseos: el poder, el vicio, el otro. Vemos vaginas devorando no sólo penes, sino hombres enteros, vemos mujeres utilizadas, pero penes también utilizados como mero divertimento, vemos hombres tan dominados que son como los perros sacados a pasear por sus dueñas. Un libro que despliega un amplío muestrario de esa realidad humana tan controvertida y tan deseada, tan oculta y que tanto queremos sacar: el sexo.
Dos libros no sólo divertidos, no sólo cómicos, sino que van como todo humor más allá, a la realidad que se esconde en las cosas.
Pese a todo, Gracias, Rocío.
“In Berlin, by the wall / you were five foot ten inches tall / it was very nice” Berlin. LOU REED
(la otra cara de Berlín)
Si, claro que viviremos en Berlín.
Yo bailaré desnuda
en viejos clubs de las SS
y tú haraganearas
todas las mañanas con tu nikon al cuello,
haciendo fotos desenfocadas
a las palomas grises
de algún parque.
A la noche
compraremos vino tinto
y panecillos con matequilla
y una lámpara
con la pantalla verde,
y escucharemos en silencio
aquel disco de Edith Piaf
que robaste la tarde que nos conocimos.
Tú subirás mi manga
y yo subiré tu manga
y el pinchazo ligero
será una nueva forma de redención.
Ya sabes,
cuando Caroline habla
las piedras callan
y las guitarras lloran
notas desafinadas;
pero no te preocupes dulce niño
que cuando despiertes
nos iremos a bailar tecno alemán
durante tres días seguidos
hasta que tus botas militares
pidan clemencia.
Vuelta a empezar,
a vender piedrecitas brillantes del muro
a turistas distraídos,
a volver a pasearte por Berlín
con tu bicicleta artrítica,
a escribir odiosos poemas de amor,
a fumar en pipa
y llevar sombrero.
Vuelta al trabajo de ocho horas
en una ferretería,
a las cenas interminables con aquel amigo tuyo
crítico de la Berlinale.
Yo prefería el vértigo
del piano tristón y decadente,
de los amigos con speed y chaquetas de cuero.
Pero ya sabes, dulce niño,
la voz de Caroline
cada vez suena más apagada
entre los lloros interminables
de los niños.
Antonio Torrejon.
ras el numeTras el numero Bizarro, vamos a realizar una serie de artículos reflexionando sobre aspectos que pueden ir de lo cotidiano a lo metafísico. ¿De que dependerá ¿ sinceramente, de lo primero que se me pase por la cabeza ...
“Darme una palanca, un punto de apoyo y moveré el mundo”, dijo Arquímedes hace unos cuantos años. La clave del asunto es el punto de apoyo. Durante toda nuestra vida yo creo que buscamos un punto de apoyo, quizá lo más abstracto de definir. Imaginaros la situación, un Arquímedes con una barra de madera, orbitando en el espacio exterior, buscando donde colocarla para mover la tierra. Efectivamente, si existiese ese punto de apoyo, tampoco creo que fuera capaz de moverlo, por que necesitaría una gran fuerza para hacerlo. El ejemplo vale para nuestra vida. Es difícil encontrar un punto de apoyo para mover nuestro mundo e incluso aunque fuésemos capaces de encontrarlo, no tendríamos las fuerzas suficientes para hacerlo.
Entonces, ¿Qué es lo que hace que pequeños personajes hayan conseguido cambiar el mundo? ¿De qué manera, simples humanos, hechos héroes o villanos con siguieron encontrar un punto de apoyo para mover el mundo?
Y digo héroes o villanos por que no puede dejar de pensar a la vez en dos hechos contradictorios. ¿Fue el mismo punto de apoyo el que utilizo Gandhi con su revolución pacífica para generar un verdadero cambio en la India y por extensión en la humanidad, al que utilizaron muchos dictadores para convertirse en líderes de sus naciones generando estados de terror y cometiendo los crímenes más atroces contra la humanidad?
Porque en ambos casos cambiaron el mundo, para bien o para mal. Intentemos desenmarañar este entuerto.
La clave está en encontrar su punto de apoyo. Gandhi busco en la ilusión de una sociedad dispuesta a luchar pacíficamente por la igualdad. Encontró la forma de hermanar a través de una revolución no violenta a la población de India para conseguir la independencia respecto al imperio británico y posteriormente integrar las clases más bajas en una sociedad igualitaria. Encontró la palanca.
Y entonces nos damos cuenta de que sucedió, que Gandhi fue el verdadero punto de apoyo, no es que le encontrase, si no que el mismo se convirtió en él, y solamente el movimiento de toda la sociedad, pues se necesita una gran fuerza para realizar tamaña empresa, consiguieron con una palanca y un punto de apoyo mover el mundo. El dicho de Arquímedes, realizado 1900 años antes tenía sentido, y no solo aplicable a la física, si no a la historia de la humanidad.
Pero como en todo en la vida, siempre hay una doble cara. El ejemplo anteriormente dicho consiguió exactamente todo lo contrario. Y posiblemente basándose en el mismo mecanismo pero en otros principios. Puntos de apoyo para palancas construidas de ilusión, igualdad, paz, pero también pueden ser construidas con armas poderosas como el miedo, la venganza, la desigualdad.
Reflexionar sobre ello, aplicarlo a ejemplos históricos, aplicarlos a ejemplos cotidianos de vuestras vidas, y pensar qué clase de punto de apoyo sois y qué clase de palanca construís.
Venga amigos, darle al coco, que aunque no arreglemos el mundo pensando por lo menos pasamos el rato.
Hay en toda manifestación artística unos rasgos que hacen que una obra sea identificable. Al ver una obra de Botero, de Warhol, al escuchar a Wagner, a Verdi, podemos inmediatamente reconocerlos. ¿Se debe eso a la repetición o al estilo?
El último Creatura fue el Bizarro. Como sabéis es un fanzine más libre, sin ataduras morales, en el que parece que un tanto desmedidamente o con un buscado efectismo tendemos al sexo explícito y a la verdad (de cualquier índole) también limpia de ataduras. La gran duda que tenemos es ¿nos estamos repetiendo? ¿o estamos marcando un estilo? ¿de qué depende el estilo? ¿no es de una repetición? Probablemente haya una verdad en la intersección de estas afirmaciones, pero una vez más no vamos a afirmarla, ni siquiera a apuntarla, sólo dejamos, una vez más, esto aquí.
Frase del mes: "Todo fluye" Heráclito.