A cierta edad dejas de esforzarte. No hay porqué ir contra la propia naturaleza, por eso puse mi anuncio en el periódico:
«Hombre-mascota busca amo
Muy barato. Tel. 555-696969»
No me fue tan mal durante un tiempo, pero me cansé de la poca imaginación y la indolente mediocridad de mis amos. Por eso decidí destruir el mundo entero. La cuestión era cómo hacerlo. No sé manejar el plutonio, ni siquiera sabría cómo conseguirlo. Tampoco sé cultivar bacterias o virus, incluidos los informáticos. Es un problema importante; a uno se le mete algo así en la cabeza y no sabe cómo parar. Además, solamente Siddartha podría esperar toda una vida y yo no soy budista ni nada que se le parezca. El fin justifica los medios y puse otro anuncio para probar:
«El fin del mundo fue ayer.
Hoy estáis todos muertos.
Tel. 555-777111 para plaza en el cielo;
Tel. 555-999666 si lo que te va es el infierno»
Me hice rico con las reservas y ahora elijo a mis amos. Soy la mascota del purgatorio. El fetiche de quienes no creen en nada. Y me encanta, porque a cierta edad, a uno le gusta que el esfuerzo lo hagan los demás.
Carmelo Basabe
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