ONANISMO

¡La Biblia tiene cada historia que ni el mejor culebrón venezolano! Simplemente echando un vistazo al Génesis encontramos traiciones, adulterios, asesinatos, trafico de estupefacientes, etc. Y es en su capítulo 38 donde nos encontramos la de Onán, quien da nombre a nuestra religión de hoy, y con la que además nos cargaremos una de las grandes creencias de la humanidad: que ser onanista significa que te la pelas más que un mono.

Tal y como se nos cuenta, Onán tenía un hermano, Er, casado con Tamar la fenicia. Onán y Er se llevaban como el culo y procuraban pasar el uno del otro lo máximo posible. El problema surgió cuando Er, que “había sido perverso a los ojos de Yahvé” (¡A saber qué hizo!) murió por mandato divino. Entonces Judá, padre de Onán y Er, ordenó al primero (porque el otro estaba muerto, claro) que, de acuerdo a la Ley del Levirato, se casase con su cuñada para “hacer salir hijos a su hermano”. De esta forma, al primer hijo nacido de este segundo matrimonio, se le ponía el nombre del difunto y de alguna manera, se perpetuaba su figura. Y esto es precisamente lo que Onán no quería. Odiaba a su hermano y vale que se hubiese tenido que casar con Tamar (no querría terminar lapidado o algo por el estilo por desafiar las leyes), pero tener que tener un hijo para llamarlo como él, pues ni de coña. Así que, cada vez que le echaba un polvete a la Tamar, pues “derramaba a tierra, evitando el dar descendencia a su hermano”, Vamos, que el amigo Onán se corría fuera y lo que hacía en realidad era lo que se llama “coitus interruptus” o, más comúnmente, “la marcha atrás”.

¡Onanismo!

Entonces, ¿Por qué el Onanismo viene a representar al pajillero desaforado? No se conoce la razón cierta, pero desde aquí tenemos una teoría bastante clara. Para “la marcha atrás” te hace falta, por cojones, una pareja, y eso es precisamente lo que le falta a la mayoría de pajeros. Por ello, es más común que la tropa se la ande machacando, que interrumpiendo el casquete. Si encima añades que la propia Iglesia dice que “El “pecado de Onán” es el abuso que hace el hombre de sí mismo, forzando la naturaleza con su propia mano”, pues con el paso del tiempo hemos ido asociando unas cosas y al final, ¿Te haces gayolas? Onanista.

Y de esta forma el Onanismo ha terminado convirtiéndose en una religión con millones de feligreses repartidos por todo el mundo, y cuyo culto está consagrado única y exclusivamente a la masturbación. Su principal precepto es “Te harás pajas sobre todas las cosas” y podemos encontrar congregaciones como “Los masturbitas”, “la Orden de San Escróto” o el “Pajas Dei”.

Durante siglos ha sido perseguida y sus seguidores ajusticiados, siendo casualmente Onán su primer mártir, ya que eso de echar la lechada fuera no le hizo mucha gracia a Yahvé, y se lo cargó infectándole con una virulenta enfermedad que llenó su rostro de pústulas y verrugosidades que lo fueron deformando poco a poco hasta que su cabeza reventó en un estallido de pus y babas ¡De ahí la creencia de que por hacerte pajas, te salgan espinillas!

Onanista en acto de fe

2 comentarios:

P.S.del Cerro dijo...

Joder, yo me descojono y ademas veo los titulares: FANZINE GRATUITO SE ENFRENTA A LA CONFERENCIA EPISCOPAL EN LOS TRIBUNALES.JA,JA, JA... Aunque pensandolo bien a mi me traeria algun inconveniente... ¡Me la suda! esta de puta madre. Un saludo a todos los pajer@s.

Creatura dijo...

¡Chi cheñor!