EN SAO PAULO Y POR EXTENSIÓN EN BRASIL

Hola a todos, esta vez no voy a ser yo la que os cuente mis andanzas por el país de la samba, estas dos páginas se las he cedido a mi compañero de viaje para que os cuente sus primeras impresiones de la ciudad de São Paulo, de Brasil, y de los brasileños. Sus opiniones no son la mías y como se suele decir para lavarse las manos, no me hago responsable de las opiniones, comentarios o juicios de valor que siguen a continuación….

“En São Paulo, y por extensión en Brasil”


En São Paulo no llueve, diluvia; no hace calor, te asas, en São Paulo no hay bichos ni insectos, hay criaturas voladoras, (“olha o tamanho desse Bicho”, la frase más repetida del reportero más loco y salvaje de Brasil: El Richard) aquí no hay tráfico denso, hay colapso; no hay conductores temerarios, todos son temerarios. En São Paulo no hay reciclaje, nada se tira; no hay parques, o zonas verdes, todo lo que no es asfalto o edificios, es selva; en São Paulo hay millones de pasos de cebra, aún no entiendo para que sirven, los paulisitanos nunca lo entendieron; en la tele no hay presentadores, hay un presentador para todos los programas, concursos, etc. Además el tío es detestable y no encuentro el porqué de que lleve un micrófono normal (de reportero) pegado a la garganta con un esparadrapo. En Brasil no hay chorizo (aaaaah! me muero ) hay chorizos. No hay tormentas, hay desastres naturales. En São Paulo no hay mercadillos de segunda mano, hay de quinta, sexta, en incluso séptima mano. En Brasil no hay reyes magos, hay papas noeles por todas partes, jajaja! con el calor que hace, me parto.
Ricchard Rasmussen presenta el programa “Salvagem ao extremo”. Buscarlo en You tube no tiene pérdida

En São Paulo no hay niños y niñas, no hay hombres y mujeres, blancos o negros, hay corintianos, palmerienses o sao paulistas, efectivamente, fútbol, en Brasil la gente no es que hable más o menos de fútbol, simplemente no habla de otra cosa, ah! Bueno! de fútbol y de DIOS! Que coñazo! Además encuentran una relación directa, no entiendo nada. En São Paulo ya puedes correr, nunca llegarás a tiempo. En Brasil la palabra cerca no existe, todo está a tomar por culo. Por cierto, una de las primeras cosas que me impresionaron fueron las borracherías, si, nada de bares, clubs, pubs, aquí van al grano, BORRACHERÍA, a saco Paco. Además hay por todas partes. Todas mis ilusiones se fueron al traste cuando me explicaron que borracha en portugués significaba goma y que estos lugares no eran más que tiendas de neumáticos. MALDICIÒN!
Aquí la gente no tiene cultura musical, la música es su vida. Los Brasileños son gente sin prejuicios, un paulistano dice: la gente de São Paulo es trabajadora, la de Rio de Janeiro solo le gusta la playa, los de Minas Gerais son unos agarrados y en Bahía…¡Son unos perros!
Aquí no hay mestizaje, esto, directamente, es un libertinaje. Aquí no hace aire, vuelas. En São Paulo no hay cuatro estaciones en un año, las tienes todas el mismo día. Dices Uuumh, que buen día hace, te pones las sandalias, los pantalones cortos, sales a la calle y tienes que volver echando hostias a casa a por el abrigo y el paraguas, al menos el paraguas te servirá de sombrilla cuando te estés asando de calor cinco minutos después.. Aquí no hay estilos arquitectónicos, la arquitectura es sencillamente caprichosa: rascacielos y favelas. No existe la burocracia, solo existe: “porque coño tengo que ir cuatro veces a los sitios para conseguir una mierda de papel”. Si consigues un documento en un día, creedme, estas soñando.
Y por último, me despido con un dicho brasileiro que casualmente también es muyn popular en España. E com isto e um bicoito até amanhã as oito.

dedicado a toda la gente del O´connell

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