LA CRIATURA. HISTORIAS DE LA GENTE.

HOY: ¡Estoy aquí!

Hola. Hola. ¡Hola! ¿Hay alguien ahí? Estoy solo, tirado en el suelo boca arriba... ¡Oh no, no puedo moverme!
No siento nada. Ni las piernas, ni los brazos... No puedo levantar la cabeza. ¿Dónde estoy? Puedo ver el techo y algunas cosas a mi alrededor: una silla, una estantería y algo que parece un arcón de congelados abierto. Pero, ¿qué me ha pasado?, ¿por qué no puedo moverme?... No recuerdo nada. Y esas voces... ¿De donde vienen?, ¿quienes son?
Me empiezo a asustar. Hola, hola... ¡Eh, estoy aquí! ¿por qué no viene nadie? Sigo oyendo esas voces, esas risas, chapoteos de agua, vasos que chocan. ¿Dónde coño estoy? Uff, pero ¡por qué no me oyen, ¿tan lejos estoy?
Ahora me doy cuenta, tampoco puedo articular palabra, no puedo mover los labios, ni los ojos; se que los tengo abiertos porque puedo ver pero no puedo moverlos... Ah, ah, ah... tengo frío, mucho frío, puedo sentir como el frío recorre todo mi cuerpo inmóvil... ¡Socorro! ¡Socorro!
Ha pasado casi media hora y no viene nadie... Me empiezan a venir recuerdos a la cabeza. Estoy bajando unas escaleras, y la luz de la ventana, y... Nada, oscuridad. Una puerta, la abro y... oscuridad. Otra vez la luz de la ventana pero ahora más clara, parece agua... ¡No!, otra vez la puta oscuridad...
¿Eh?, ¡si!, ahora oigo las voces cada vez más cerca, se acercan, ¡si, los veo! Dos personas se agachan y me zarandean pero sigo inmóvil. ¡Hola! ¡Hola! No me oyen, intento gritar pero no me oyen. Me levantan y me llevan a un coche. Una hora después me sacan del coche y me colocan en una camilla. Estoy en un hospital. Veo caras desconocidas horrorizadas cada vez que me miran y los focos del techo pasan y pasan. Médicos, enfermeras, hablan y hablan, no me gusta la expresión de sus caras. Me mueven, me ponen una linterna en os ojos. ¡Hola! ¡Eh!, ¿por qué nadie me escucha, qué me ha pasado?

Viene otro recuerdo: bajo las escaleras, voy en bañador, sigo bajando... No, otra vez la oscuridad. Ahora los médicos y más luces y más focos y me llenan de tubos y cables y me enchufan a una máquina, pero las lucecitas no se mueven, ¿por qué?, estoy vivo, ¿por qué nadie me oye?
Me había desmallado pero ya estoy aquí otra vez, pero ¿donde se han ido todos? Las máquinas están apagados, me han dejado solo, solo hay una luz tenue en el pasillo y la gente pasa y pasa andando por el pero no entra nadie en la habitación.
Si, ahora abren la puerta. Hola, hola... Ni caso, ¿esa que no me oís? ¿Qué es eso? Una bolsa negra...una bolsa negra ¿para qué? Pero, ¿qué hacéis? No, ¡Noooo! ¡No me metáis en la bolsa, tengo frío necesito una manta térmica... Otro recuerdo, tengo el bañador mojado, y mis piernas y los pies también lo están... me acerco al arcón y lo abro... luz, luz cegadora y un pitido ensordecedor... oscuridad y el suelo frío y mojado...
La habitación... ¿dónde está? debo haberme desmayado otra vez. No veo la habitación, ni el hospital, ni los médicos, solo oscuridad pero estoy vivo, estoy aquí, ¡estoy aquí! Ah, la bolsa se mueve, se abre veo a otro médico, pero no parece un médico normal...
- Quince treinta y cinco. Sujeto barón blanco de unos treinta años. Rigidez absoluta en todo el cuerpo. Quemaduras severas en las palmas de ambas manos con orificio de entrada circular. Salida de las mismas características en la base del cráneo. Sintomatología clara de electrocución del cuerpo con aparato eléctrico en contacto directo con el agua. Realizo incisión abdominal y comienzo con la autopsia...
¡Noooo! ¡Estoy vivo! ¡Estoy aquí! Le estoy viendo, le escucho perfectamente míreme, ¡estoy vivo!... Ahora recuerdo, estaba en la piscina, bajé al sótano a por unos hielos y al abrir el arcón... No, no, no la luz... El bisturí. No siento nada pero puedo ver y oir... El corazón, no, no lo toque, ¡Noooooooo!

pinkysexy5@hotmail.com

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