CRÓNICA 1ª EDICIÓN CASINO ROCK FESTIVAL. Por Jaime Engendro

15 de Agosto de 2009. Se cumplen exactamente 40 años de la primera edición del Festival de Woodstock ´69, de sus tres días de música, paz y amor y de las míticas actuaciones de The Who, Jimi Hendrix o Neil Young en las praderas de una granja de Bethel en el estado de Nueva York, y en el antiguo casino de Esquivias ahora reconvertido en bar de rock and roll va a tener lugar la celebración de su primer aniversario y que mejor que hacerlo con un festival gratuito en el que poder ver de nuevo a alguna de las bandas que han pasado por su escenario en sus primeros doce meses de vida.
Del cartel inicial previsto solo dos cambios, Inlogic sustituyen a Novak debido a que alguno de sus miembros se encuentran de gira por América y Fuzz, haciendo honor a su tónica, repiten lo que ya hicieron la primera vez que iban a tocar en el Casino y no aparecen excusando con una historia sobre una paliza que había recibido el batería la noche anterior. Por lo demás todo sobre lo previsto: espectacular comida de todos los grupos en la terraza desde las 14:00 horas hasta que se acabó con toda la deliciosa comida que nos había preparado Araceli y sus mágicas manos de chef.
Después de unas horillas para cargar las pilas y refrescar los sobacos mientras se montaba el sonido, a las 21:30 horas dan comienzo Simio. Reggae, ska, rocksteady y un poco de actitud punk abriendo una noche que se antojaba espectacular; y así lo fueron Simio, espectaculares, insuflando energía por los cuatro costados y haciéndonos olvidar la primera vez que debutaron en el Casino y demostrando que hay grupo, canciones y fiesta en sus conciertos para mucho tiempo, ¡ah! y descaro, desparpajo y un poco humor escatológico si se deja el micrófono abierto a su guitarrista Lorenzo.
Una hora después aproximadamente la primera de las bandas locales Oxide Quay arrancan con una salvaje interpretación de un tema de Queens of the Stone Age (a los que recurrirían de nuevo más tarde) y nos dejan boquiabiertos con su mezcla de hard rock, stoner y metal. Power trío entre los que destaca la fabulosa factura a las baquetas de su batería
y la solidez impertérrita de su bajista (a lo Entwistle) que crean un potente motor de apisonadora tan bien engrasado que te hace vibrar las pelotas. Un poco más de vino le faltó a la garganta de su guitarrista para hacernos
olvidar su resfriado pero que suplió a las mil maravillas con su buen hacer a las seis cuerdas.
Los madrileños Inlogic venían de haber descargado su potente rock and roll el día anterior en Murcia y la resaca del bolo y las horas de carretera acusaban cansancio por lo que rogaron a la organización que adelantara su actuación. Así que uno de los cabezas de cartel aterrizaba en el escenario al aire libre del Casino Rock Bar un poco antes de tiempo lo que descolocó las cabezas de todos los asistentes
, y la del que escribe estas palabras, cuando enchufaron sus amplificadores y empezaron su descarga de rock and roll al mas puro estilo sueco pero con un sonido tan personal como arrebatador. Riffs pegadizos, cortes bien estudiados y una joya de melodías vocales elevada a la máxima potencia gracias a las armonías del cantante y el bajista. Un 10 sobre 10 o incluso más si vibráis con la música de Johnny Cash como yo y hubierais estado disfrutando de su versión del clásico “Cry, cry, cry”.
A media noche se empezaba a notar el misticismo del 40 aniversario del Woodstock´69 y así lo hizo notar en su discurso de apertura el cantante/guitarrista del The Pinkyyeros, un discurso bastante largo, yo diría que hasta empalagoso, pero ya sabéis que el Pinky se las gasta de esta guisa y entre canción y canción (y tal vez para suplir la ausencia de bajista) se marca unos “speech” de aquí te espero. La temporada vacacional obligó al fantástico técnico de sonido del evento y gerente de Ornitorrinco Record´s
, Jair López, a sustituir al Bala a las baquetas en un alarde de potencia y pasión que no nos hicieron echar de menos al batería oficial del grupo. Repasando sus clásicos y versionando a su manera los clásicos de los demás volvieron a hacer reír, bailar y pasárselo bien a todos sus fans que acudieron puntualmente para llenar el aforo de la terraza.
Casi sin levantarse del sillín de la batería Jair y sus Incendio continuaron quemando las neuronas de los asistentes con su música.
Aunque quizás las neuronas más quemadas estaban encima del escenario en las cabezas de su cantante y bajista (cuyo instrumento creo que todavía está en la terraza) Jair y Lorenzo intentaron sonar como en sus mejores ensayos y dejar el pabellón a la altura requerida.
La noche continuaba de concierto en concierto y esta vez les tocó a los locales Sinodo demostrar que el rock que se hace en Esquivias esta a la altura de la cantera que ha dado el pueblo con grupos como Guldin. Formados al igual que Guldin con algún miembro de Illescas sonaron con la clase que los años de escenario les van dando y recreando sus temas en directo al “Mil por cien” como el título de su tema que abre el disco de Illesmusic 2008.
Y a las 7 de la mañana ya, Lorenzo
por tercera vez sube al escenario (menos mal que cogió fuerzas en la comida) esta vez con Infexión. Punk en estado puro para terminar con una noche de música en directo y un día plagado de comida (gracias otra vez Ara), bebida, amor, cariño y atención del equipo completo del Casino Rock Bar con el gran Anto
al mando. Gracias y esperamos que el año que viene sea todavía más grande... “hay un largo camino a la cima si quieres rock and roll”

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