¡Queridos entusiastas de Canalnostalgia! No sé que nos echarían en la comida allá por el 93, pero el insufrible subproducto sobre el que vamos a vomitar hoy se alzaba con el primer puesto de los programas más vistos del día, con más de 6 milllones de subnorm… esto, digo, espectadores. En unos momentos en que cualquier bazofia, solo por el hecho de provenir de una cadena privada, se convertía en un éxito de audiencia, a Vicente Escribá, recordado por las oscarizadas “Vente a Alemania, Pepe” y “Cateto a babor”, no se le ocurrió otra cosa que llamar a su actor fetiche, Alfredo Landa, y, con la complicidad de Antena 3, rodar el esputo llamado “Lleno, por favor”.
El argumento, por decir algo, se desarrolla en una gasolinera, cuyo dueño, Don Pepe (el mencionado Alfredo Landa) es un nostálgico que según sus propias palabras, "Sólo cree en Dios, en Franco y en Don Santiago Bernabeu". Ante esto, yo me digo que hay que tener cojones para, en puertas del siglo XIX, crear un personaje de este tipo como protagonista de una serie. Pero bueno, Escribá es conocido por su “costumbrismo fatale” y del Sr. Landa, ¡Qué vamos a decir! Lo que es seguro que no fue el papel más difícil de su carrera, porque sus declaraciones de amor a Jiménez Losantos, “Tu estas en la cima porque eres el mejor, sin duda” o “Si el 2% de este país fuese como tú, otro gallo cantaría”, nos lo dejan claro: el 20-N, ¡Todos al Valle de los Caídos!
Y como es de esperar, en la dicha gasolinera se vivirán las más insólitas e ingeniosas situaciones que se puedan haber visto en televisión: confusiones entre los personajes, intentos de robo y estafa, enamoramientos, discusiones familiares, mil y un disparatados enredos,… ¡Pero que grandes ideas! ¡Todo un planteamiento de lo más original, vamos! “CSI”, “Prison Break” y, sobre todo, “Perdidos” (o si no, el célebre Dr. House, “¡Un señor con dos cojones!”, como aquí el tío Pepe) son grandes deudoras de esta maravilla catódica, hasta el punto de estar consideradas como “spin-off’s” no oficiales.
Desvaríos y barbaridades aparte, que no quiero tener a una legión de frikis agolpados en la puerta de mi casa con la intención de forzar mi esfínter con la caja de un DVD, debemos ser sinceros y dejarlo bien claro: “Lleno por favor” era una mierda grandísima hasta ser insultante, una flagrante vergüenza que dejaba por los suelos el espíritu democrático mientras ensalzaba a un furibundo nacional-católico como una especie de abuelete entrañable y de buen corazón ¡Hay que joderse encima!
Otros personajes eran Filo, la gangosa Beatriz Carvajal, que hacía de madre sumisa y poco más (¿Esperabais otra cosa con un facha?). Papel mierdero para rellenar huecos y poder rodar el típico capítulo de “al borde de la ruptura matrimonial” (aquí lo resolvieron con Pepe dándola dos hostias y forzándola analmente). Después estaba la hija, Trini, interpretada por una joven y buenorra Lidia Bosch, que hacia de contrapunto a su padre, siendo progre, ecologista e, imaginamos, votante de IU. En otras palabras, una perroflauta del quince. Como su personaje no daba para mucho (Chambao ni existían), los guionistas se estrujaron las meninges y dieron con la genial idea de enamorarla de alguien en secreto y que esta persona, correspondiese a su amor, ¡Pero también secretamente! (esta historia logro el primer Emmy para la serie). Para ello eligieron a uno de los dos empleados de la gasolinera, el sensible y soñador Satur (Jesús Cisneros), quien se pasaba las noches escuchando la canción "En el parque" de Miguel Ríos fantaseando con algún día correrse en la cara de la Trini (al final creo que fue el cuarto o el quinto en conseguirlo). Y luego estaba “Gasofa", con un Miki Molina pletórico como pseudo-punk barriobajero que hacia el capítulo 10 cambió su mote por “Farlopa” y al final de la serie moría accidentalmente haciendo explotar la gasolinera mientras “cortaba” un poco de zarpa para consumo propio ¿Qué, os ha gustado? ¡Pues hasta la venden en DVD! Mientras os decidís a haceros con una copia (para quemarla, espero) ¡No cambiéis de canal y hasta la próxima!
El argumento, por decir algo, se desarrolla en una gasolinera, cuyo dueño, Don Pepe (el mencionado Alfredo Landa) es un nostálgico que según sus propias palabras, "Sólo cree en Dios, en Franco y en Don Santiago Bernabeu". Ante esto, yo me digo que hay que tener cojones para, en puertas del siglo XIX, crear un personaje de este tipo como protagonista de una serie. Pero bueno, Escribá es conocido por su “costumbrismo fatale” y del Sr. Landa, ¡Qué vamos a decir! Lo que es seguro que no fue el papel más difícil de su carrera, porque sus declaraciones de amor a Jiménez Losantos, “Tu estas en la cima porque eres el mejor, sin duda” o “Si el 2% de este país fuese como tú, otro gallo cantaría”, nos lo dejan claro: el 20-N, ¡Todos al Valle de los Caídos!
Y como es de esperar, en la dicha gasolinera se vivirán las más insólitas e ingeniosas situaciones que se puedan haber visto en televisión: confusiones entre los personajes, intentos de robo y estafa, enamoramientos, discusiones familiares, mil y un disparatados enredos,… ¡Pero que grandes ideas! ¡Todo un planteamiento de lo más original, vamos! “CSI”, “Prison Break” y, sobre todo, “Perdidos” (o si no, el célebre Dr. House, “¡Un señor con dos cojones!”, como aquí el tío Pepe) son grandes deudoras de esta maravilla catódica, hasta el punto de estar consideradas como “spin-off’s” no oficiales.
Desvaríos y barbaridades aparte, que no quiero tener a una legión de frikis agolpados en la puerta de mi casa con la intención de forzar mi esfínter con la caja de un DVD, debemos ser sinceros y dejarlo bien claro: “Lleno por favor” era una mierda grandísima hasta ser insultante, una flagrante vergüenza que dejaba por los suelos el espíritu democrático mientras ensalzaba a un furibundo nacional-católico como una especie de abuelete entrañable y de buen corazón ¡Hay que joderse encima!
Otros personajes eran Filo, la gangosa Beatriz Carvajal, que hacía de madre sumisa y poco más (¿Esperabais otra cosa con un facha?). Papel mierdero para rellenar huecos y poder rodar el típico capítulo de “al borde de la ruptura matrimonial” (aquí lo resolvieron con Pepe dándola dos hostias y forzándola analmente). Después estaba la hija, Trini, interpretada por una joven y buenorra Lidia Bosch, que hacia de contrapunto a su padre, siendo progre, ecologista e, imaginamos, votante de IU. En otras palabras, una perroflauta del quince. Como su personaje no daba para mucho (Chambao ni existían), los guionistas se estrujaron las meninges y dieron con la genial idea de enamorarla de alguien en secreto y que esta persona, correspondiese a su amor, ¡Pero también secretamente! (esta historia logro el primer Emmy para la serie). Para ello eligieron a uno de los dos empleados de la gasolinera, el sensible y soñador Satur (Jesús Cisneros), quien se pasaba las noches escuchando la canción "En el parque" de Miguel Ríos fantaseando con algún día correrse en la cara de la Trini (al final creo que fue el cuarto o el quinto en conseguirlo). Y luego estaba “Gasofa", con un Miki Molina pletórico como pseudo-punk barriobajero que hacia el capítulo 10 cambió su mote por “Farlopa” y al final de la serie moría accidentalmente haciendo explotar la gasolinera mientras “cortaba” un poco de zarpa para consumo propio ¿Qué, os ha gustado? ¡Pues hasta la venden en DVD! Mientras os decidís a haceros con una copia (para quemarla, espero) ¡No cambiéis de canal y hasta la próxima!
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