Su muerte ha sido uno de los momentos más impactantes dentro del panorama comiquero de las últimas décadas. Si bien nadie daba un duro en principio porque esta situación se mantuviera demasiados números, al final hemos visto que no, que Steve Rogers esta bien muerto aunque eso no signifique que si lo esté el... CAPITÁN AMÉRICA.
¡Espiritu patriota!
UN POCO DE HISTORIA
El Capitán América nace de la mano de Jack Kirby y Joe Simon en 1941, en un intento de animar la moral de las tropas yanquis presentando al ejemplo de soldado perfecto quien, con la bandera americana por traje, luchaba contra los avances del nazismo.
Y para ello se sirven de un personaje que representa vivamente el llamado “Sueño Americano”: El hombre hecho a sí mismo gracias a la fe en si mismo y a la perseverancia. Así Steven Grant Rogers creció en una familia pobre durante los años de la Gran Depresión. Su padre murió cuando aún era niño y su madre, cuando apenas empezaba a dejar la adolescencia. Ya en la universidad, horrorizado por los crímenes cometidos por los nazis en Europa, trató de alistarse en el ejército estadounidense, pero fue rechazado por su pobre condición física.
Sin embargo, a través de un oficial de la armada que buscaba voluntarios (desesperados) para un proyecto secreto del gobierno, termino convirtiéndose en el conejillo de indias de la Operación Renacimiento. Ésta tenía como objetivo crear un grupo de soldados extraordinarios que permitieran ganar la guerra contra los nazis, usando una droga llamada suero del súper-soldado. Sobra decir que el proyecto fue todo un éxito y Rogers adquirió el cuerpo del atleta perfecto.
Momento cumbre: la muerte del Capi
¿Ruso o americano?<>
Y MATAR AL CAPITÁN AMÉRICA…
...es cambiar de sobra su historia. Ahora solo quedaba tejer el argumento adecuado que llevase a buen puerto tal cometido. Y dado que sus principales éxitos se encontraban en comics de corte “noir”, adaptó ese género al mundo del Capitán América y con unos guiones basados en conspiraciones, espías e infiltrados, fue dando pequeños pasos hasta que el 7 de marzo de 2007 se publicó, para sorpresa de medios y lectores, el número 25 del 5º volumen de la serie del Capi, donde, al final del mismo, moría asesinado.
Estreno del nuevo Capitán América…
Y es que desde el principio, Brubaker comprendió que el Capitán América no es Steve Rogers, sino que Steve Rogers es el Capitán América. Una diferencia sutil, pero que marca la frontera entre el icono y el personaje porque que muera el hombre no significa que muera el héroe. Tan solo quedaba encontrar un sustituto ideal y éste se lo sacó de la manga con la creación del “Soldado de invierno”, un agente soviético encargado de misiones encubiertas quien más tarde se nos revelaría como… ¡Su anterior compañero Bucky, quien tampoco había muerto en aquella explosión! Sí, vale que parece un recurso muy manido, pero es que de Bucky no se había acordado nadie en cuarenta años. Y Brubaker no sólo lo hizo, sino que lo presentó de puta madre, con buenas dosis de suspense e intriga y sin que nadie conociese la identidad de este “Soldado de invierno”, salvo que pertenecía a los rusos y que era toda un arma letal que mantenían en animación suspendida, despertándolo principalmente para asesinatos. Pero como no hay lavado mental que 100 años dure, tenemos un nuevo Capi que ha insuflado de vida a la serie y enganchado al gran público, así que dadla una oportunidad y ¡Nos vemos en 30 días!.... Bamf!!!
Sin embargo, de estar destinado a ser el primero de muchos, acabó como el único de su “especie”, ya que un espía nazi mató al doctor encargado del proyecto y la formula se perdió para siempre. Pero aún así, el capitán América, con la compañía de su “Robin” particular, James Buchanan Barnes, más conocido como “Bucky”, se encargó de desbaratar uno tras otro los planes de la Alemania de Hitler, llegando incluso en uno de los episodios ¡A pegarle un puñetazo en toda la jeta!
Pero al acabar la guerra, el Capi se convirtió en un personaje descontextualizado con el que Timely (anterior Marvel) no sabía muy bien que hacer, por lo que decidió cargárselos, dejando en el caso del “Alitas” la puerta entreabierta de cara al futuro. De esta forma, los dos héroes intentando detener el lanzamiento de una bomba sobre Londres, sabotearon el avión que la transportaba sin poder evitar su explosión una vez salvado el objetivo. El resultado fue la muerte de Bucky y la caída del Capitán América a las frías aguas del Ártico a lo que parecía una muerte segura.
Pero al acabar la guerra, el Capi se convirtió en un personaje descontextualizado con el que Timely (anterior Marvel) no sabía muy bien que hacer, por lo que decidió cargárselos, dejando en el caso del “Alitas” la puerta entreabierta de cara al futuro. De esta forma, los dos héroes intentando detener el lanzamiento de una bomba sobre Londres, sabotearon el avión que la transportaba sin poder evitar su explosión una vez salvado el objetivo. El resultado fue la muerte de Bucky y la caída del Capitán América a las frías aguas del Ártico a lo que parecía una muerte segura.
Y ahí se habría quedado si no es porque a Stan Lee se le ocurrió acordarse del personaje y lo recuperó en el número 4 de “Los Vengadores” (diciembre de 1963). Justificándose en que la fórmula del super-soldado impidió la cristalización de los fluidos corporales, el Capitán América había permanecido atrapado en un bloque de hielo en un estado similar al de animación suspendida hasta su rescate por parte de Iron Man y compañía.
Desde entonces se convirtió en uno de los principales personajes de la “Casa de las ideas”, compartiendo sus aventuras vengativas con su propia serie. Sin embargo, las historias, salvo contadas excepciones, nunca terminaron de romper y el personaje fue cayendo y degenerando poco a poco (aún recuerdo cuando le convirtieron, a él y a Lobezno, ¡En Hombres-Lobo!) hasta que llegó el excelente guionista Ed Brubaker y prometió (como hacen todos) cambiar la historia del Capi para siempre.
Y MATAR AL CAPITÁN AMÉRICA…
...es cambiar de sobra su historia. Ahora solo quedaba tejer el argumento adecuado que llevase a buen puerto tal cometido. Y dado que sus principales éxitos se encontraban en comics de corte “noir”, adaptó ese género al mundo del Capitán América y con unos guiones basados en conspiraciones, espías e infiltrados, fue dando pequeños pasos hasta que el 7 de marzo de 2007 se publicó, para sorpresa de medios y lectores, el número 25 del 5º volumen de la serie del Capi, donde, al final del mismo, moría asesinado.
Estreno del nuevo Capitán América…
Y es que desde el principio, Brubaker comprendió que el Capitán América no es Steve Rogers, sino que Steve Rogers es el Capitán América. Una diferencia sutil, pero que marca la frontera entre el icono y el personaje porque que muera el hombre no significa que muera el héroe. Tan solo quedaba encontrar un sustituto ideal y éste se lo sacó de la manga con la creación del “Soldado de invierno”, un agente soviético encargado de misiones encubiertas quien más tarde se nos revelaría como… ¡Su anterior compañero Bucky, quien tampoco había muerto en aquella explosión! Sí, vale que parece un recurso muy manido, pero es que de Bucky no se había acordado nadie en cuarenta años. Y Brubaker no sólo lo hizo, sino que lo presentó de puta madre, con buenas dosis de suspense e intriga y sin que nadie conociese la identidad de este “Soldado de invierno”, salvo que pertenecía a los rusos y que era toda un arma letal que mantenían en animación suspendida, despertándolo principalmente para asesinatos. Pero como no hay lavado mental que 100 años dure, tenemos un nuevo Capi que ha insuflado de vida a la serie y enganchado al gran público, así que dadla una oportunidad y ¡Nos vemos en 30 días!.... Bamf!!!
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